Michael Winterbottom es un director de cine británico, cincuentón, con una extensa carrera cinematográfica en 13 años de profesión. No tiene una debilidad especial por un único estilo cinematográfico: apuesta tanto por el docu-drama (Camino a Guatánamo) como por una historia futurista y romántica (Code 46). A nosotros nos llama la atención dos de sus películas rodadas en 2002 y 2004 tanto por sus escándalos, las historias que las rodean y por supuesto, por la música que escuchamos en ellas.

24 hour party people (2002).- Como título, uno de los singles más conocidos de los Happy Mondays. Como argumento, la trayectoria profesional de Tony Wilson, uno de los principales productores musicales del Reino Unido: cabecilla de Factory y Factory Records que promocionó a las bandas más conocidas de Manchester en los años 70 y 80, como Joy Division, New Order o Happy Mondays. Un repaso a la corta vida de la banda de Ian Curtis, la continuación de esta (New Order) y la promoción desbordada de los delirantes Happy Mondays. Una película llena de anécdotas que el espectador puede elegir creer o no. ¿Recomendaciones musicales? La mítica (e incluso ya cansina) Love Will Tear Us Apart de Joy Division, Here to Stay de New Order compuesta especialmente para la película o Ever Fallen In Love de los Buzzcocks entre otros temas más electrónicos que se podían escuchar en la mítica y ya desaparecida Factory.

9 songs (2004).- La película causó estragos entre el público y la crítica dado su alto contenido en sexo explícito (explícito, explícito). Narra la historia de amor entre dos jóvenes que se conocen en un concierto de Black Rebel Motorcycle Club. ¿El hilo conductor? Sus aventuras en la cama y 9 conciertos a los que asisten durante su relación. ¿Los grupos que podemos escuchar y ver actuar? BRMC, The Von Bondies, Elbow, Primal Scream, Franz Ferdinand, Michael Nyman y The Dandy Warhols.