Posted by : Eva miércoles


Este fin de semana hemos celebrado las 15 primaveras del festival más importante de Barcelona – con permiso del Sónar-. Un aniversario con un cartel que no podía presumir de ser el #bestfestivalever, pero que como siempre ha atraído a las masas,  por la variedad de sus propuestas y por sus cabezas de cartel.

JUEVES
Nosotros el festival lo empezamos el jueves con un Mikal Cronin pletórico en el escenario Ray Ban presentando su último disco MCIII. Poco pudimos escuchar al americano ya que nos tocó cruzar medio recinto para no perdernos a Anthony & The Johnsons. Había expectación por si el escenario se le quedaría grande o no. Pero ahí estaba un imponente Hegarty con su túnica blanca. Reinó el silencio entre el público y su maravillosa voz acompañada por la OBC (Orquesta Sinfónica de Barcelona y Nacional de Catalunya) se impuso sobre el escenario.

Después el turno era para otro reclamo de la noche: unos prometedores The Black Keys que no acabaron de arrancar en toda su actuación. Una puesta en escena muy arty y un buen puñado de hits no compensaron la en muchas ocasiones pésima calidad de sonido y las pausas interminables entre tema y tema. Por ello, los de Ohio fueron una de las decepciones del festival para aquellos que creíamos a ciegas que vibraríamos con el blues y el rock clásico de la banda. Pero no cundió el pánico: la noche mejoró con un maravilloso James Blake. El británico le pegó un buen repaso a su Retrograde:  piel de gallina y bombeo sanguíneo in crescendo.

VIERNES
El viernes nos invadió el indie pop de The New Pornographers y recibimos con los brazos abiertos los mejores temas de su Brill Bruisers, el último disco de los canadienses. Dejamos atrás su buen rollismo para dar un largo paseo hasta el escenario Heineken. ¿El motivo? Patti Smith, musa del rock y el punk que celebraba el 40º aniversario de su emblemático Horses. 69 años de Gloria y la poeta y cantante sigue siendo tan carismática como siempre. ¿Qué se te escapó alguna lagrimilla de la emoción? Tranquilo, estaba totalmente justificado.

Nos volvimos a dejar llevar por el pop, esta vez con Belle & Sebastian que supieron escoger el setlist perfecto: sus hits más clásicos combinados con los temas más actuales y cañeros. Fórmula ideal para que sigamos adorando a Stuart Murdoch, sus letras y sus peculiares bailes. Tocaba reponerse a base de cañas y hamburguesas antes de meternos de lleno en el escenario Bowers & Wilkins Sound System: lo mejor de la Red Bull Music Academy, puesta en escena vistosa y sonido impecable gracias a esos maravillosos altavoces que a todos nos gustaría tener en casa.


Alt J ofrecieron un directo de aúpa, con coros por parte del público en temas como ‘Hunger Of The Pine’, la preciosa ‘Matilda’ y como no, ‘Breezeblocks’. ¿La pena? No haberlos podido escuchar como se merecen por culpa de todas esas maravillosas personas que se pelean por el mejor sitio para acabar hablando, dando la espalda al escenario y dárselas de guía turística de la ciudad. A todos ellos G-R-A-C-I-A-S. Con un sabor un tanto agridulce, dejamos atrás a Ratatat y nos decantamos por Movement. El trío ofreció un directo breve pero cautivador en el que brillaba esa apuesta por la electrónica suave y el R&B soul. Apenas han publicado un primer EP, así que habrá que seguir pendientes de los australianos.

SÁBADO
La última jornada del festival llegó con Strand Of Oaks ofreciéndonos su lado más eléctrico y haciéndonos olvidar su vertiente más folk de sus primeros trabajos. Fue ideal para calentar motores en una jornada que se prolongaría hasta el final. Nueva Vulcano llegó después haciendo un señor repaso a su discografía, muy popular en la escena barcelonesa, y en la que se incluye su último álbum Novelería. De ahí saltamos a The Bohicas, cuarteto de puro indie rock británico y es que la huella de su Domino Records se palpaba en su directo fresco y contundente.

Nos habíamos quedado con ganas de más Red Bull Music Academy y la ocasión lo merecía. Recordábamos los anteriores sets de Daphni (Caribou) llenos de vitalidad y nostalgia y queríamos comprobar que la memoria no nos fallaba. Fue un set lleno de ritmos tropicales y melodías inspiradas en la música de baile de antaño con el que recibir como se merecía a la última noche del festival.

Para los que nos escapamos de la fiebre de la Copa del Rey, disfrutamos del concierto de Interpol. Paul Banks, con un perfecto español, y los suyos presentaron su último disco El Pintor y una interesante tanda de temas que ya se han convertido en clásicos indies de la pasada década. Durante las últimas y mejores canciones de la banda, el público se empezó a largar para coger buen sitio para The Strokes. Los newyorkinos aparecieron con un retraso de 10 minutos que sorprendió por la puntualidad del resto de conciertos del festival. Eso de ser protagonistas de la primera lona suponemos que da ese tipo de libertades. No las teníamos todas con este concierto, posiblemente las expectativas eran bastante bajas, pero un muy desmejorado Julian Casablancas ofreció con el resto de la banda un buen directo cargado de hits con los que brincar y cantar como locos. Eso sí bromitas y comentarios los justos. Un tanto antipáticos oigan.

Con uno de los escenarios principales cerrados, la propuesta de los grandes nombres de electrónica programados para el sábado empezó. Underworld celebraron su 20º aniversario, haciéndonos revivir un summer love en toda regla hasta el final cuando sonó el tema que todos andábamos esperando: Born Slippy. Un paseíto más hasta el escenario Ray Ban para ver a Dan Snaith que hacía doblete esa noche, esta vez como Caribou. La gente andaba esperando sus temas “Sun”, “Odessa” y “Can’t Do Without”, pero la actuación a causa de la aglomeración de gente y la suave voz de Snaith prácticamente no se escuchó. Y ahí llegó Dj Coco con su ya tradicional repaso a lo mejor del panorama musical de los últimos años poniendo el broche final a una noche y una edición que esta vez fue coronada por fuegos artificiales.

A pesar de que año tras año volvemos al festival sin dudarlo, echamos en falta ese festival más acogedor de hace unos años, ese menor número de solapas y el encanto musical que tenía DJ Coco que hasta Erlend Øye de Kings Of Convenience se ponía a bailar hasta el final del set. ¿Nos estaremos haciendo mayores?

29.30.31 de mayo

Primavera Sound- Fòrum, Barcelona




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