Posted by : Eva martes


Recuperándonos todavía de la resaca ‘primaveral’, hacemos un repaso de todo lo que vivimos en, reconozcámoslo, uno de los mejores festivales de música, tanto a nivel nacional como europeo. ¿Que el Primavera Sound es el #bestfestivalever? En parte sí, en parte no.

Sí por la calidad de su cartel año tras año y no porque, a pesar de aumentar el volumen de artistas que pasan durante una semana por la ciudad, tanto en actuaciones gratuitas como de pago, uno se colapsa y acaba perdiendo la oportunidad de ver a muchos grupos. Y eso, oigan, nos causa un estrés innecesario.

En verdad el festival empezó hace ya unas semanas con la iniciativa Primavera Als Bars, conciertos gratuitos en diferentes locales de la ciudad, para que la espera no se hiciera tan dura. Después llegaron los conciertos de lunes, martes y miércoles en Apolo y Sala Barts, un pequeño adelanto dado la limitación del aforo de las salas. Pero el miércoles hubo doblete, y una parte fue gratuita. Este año, los conciertos gratuitos del miércoles se trasladaron al Fòrum. Mientras se pulían los stands de los patrocinadores, medio Barcelona – o al menos, los que estuvieran interesados- pudieron disfrutar gratuitamente de las actuaciones de The Bots y Guards, y ya con el aforo más completo de The Vaccines, Delorean y John Talabot. Y eso sólo fue el entrante de lo que se esperaba en los tres días siguientes para los que tenían el abono, y para los que tuvieron que esperar a los también conciertos gratuitos del domingo en el Parc de la Ciutadella con The Babies o Mac de Marco por decir algunos.


El jueves, era el día de la presentación oficial del tercer álbum de Manel, que lo hicieron a una buena hora, y compitiendo a la vez con los psicodélicos Tame Impala. Dos de los cabeza de cartel más esperados de esa noche fueron The Postal Service, que nos dieron una actuación de altos y bajos, celebrando el décimo aniversario de su álbum y los franceses Phoenix que presentaron su último trabajo ‘Bankrupt’ de forma impecable y con un sonido acojonante. Al final, confeti diseñado para la ocasión por Richard Prince y la aparición de Mascis, líder de Dinosaur Jr. , que también había actuado durante la jornada.  Grizzly Bear entusiasmó al público con su Two Weeks y fueron geniales, pero no para esas horas de la noche. La jornada la cerró Animal Collective y una tremendísima puesta en escena, dientes y lenguas psicodélicas incluidas.


La segunda jornada empezó con los grandes Django Django, que fueron una agradable sorpresa al incorporarse a última hora en el cartel dado bajas repentinas, y los que no los conocían, pudieron disfrutar de su pegadizo sonido. Y con The Free Fall Band, banda catalana por la que festivales locales están apostando fuerte y que sorprendió por su fresco sonido, tanto en el escenario Pitchfork como en el Ray Ban Unplugged. Al viernes lo podemos catalogar como el día del revival por los dos grandes pesos pesados de la noche: The Jesus And Mary Chain, que a ojos de algunos iban a ser un coñazo, pero que resultó ser un muy buen repaso a los hits de su carrera, y Blur, los que habían sido el único reclamo que usó la organización para vender abonos durante meses. Damon Albarn cautivó nada más empezar con Girls and Boys para seguir con Parklife, Tender, The Universal, por decir sólo algunos, sin olvidar la traca final que todos esperábamos, Song 2. Otros que se sumaron a realizar su propio revival fueron La Bien Querida, que a pesar de sus problemas con el sonido, tocaron sus temas a golpe de sintetizador y teclados muy al estilo New Order, o Daphni (Dj Set), el otro proyecto de Caribou que nos hizo bailar hasta el final de noche como si nos encontráramos de crucero en un capítulo de Vacaciones en el mar (Love Boat).


El sábado, última jornada del festival, comenzó con el proyecto de Adam Green junto a Binki Shapiro. Nada que ver con como acabaría la noche. La baja de Band Of Horses al no poder viajar desde Estados Unidos por los tornados de Oklahoma, hizo que Deerhunter repitiera actuación muy notablemente, mientras que en otro de los escenarios clave del festival, Chucho substituía la también baja de Rodríguez. Los californianos Thee Oh Sees repitieron un año más ante un público mayoritariamente extranjero, pero sonando geniales. Después, llegaba el dilema de la mayor parte de asistentes: ¿Ver al arrogante Nick Cave o a los poperos Camera Obscura? Ninguno de los dos defraudaron presentando sus respectivos álbumes (Camera Obscura lo lanzaba en breves).



Ya entrada la noche, mientras algunos optaron por ir a ver a James Blake, -que según como te pilles, te quedas dormido- otros aprovechamos para coger un buen sitio para ver al dúo canadiense Crystal Castles. Actuación en la que Alice Kass prefirió revolcarse por el suelo antes que cantar, pero aún así, movió en bloque a los asistentes. The Magician elegante en su esmoquin azul claro y en la selección de temas y Hot Chip, responsables de cerrar por todo lo alto el escenario Primavera. Y como viene siendo habitual, para los que aún no habían tenido suficiente, Dj Coco repartió confeti a cascoporrillo la edición de este año en el Fòrum.


Mucho se podría decir de un festival que acoge un total de 170.000 personas.


22-26/05/2013
Primavera Sound
Barcelona

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